Uno de los principales problemas que le quita la sonrisa a cualquiera y manda a la mierda cualquier vestigio de regocijo en ir al trabajo cada mañana es trabajar para grandes empresas "versión 1". La parte importante aquí es la versión, no el tamaño: Versión 1 trae consigo adjetivos como "burocrática", "lenta", "acomodada", "vieja", y la lista sigue tanto como quieran. Todos saben de lo que hablo, y por desgracia una buena parte de lo que nos toca tiene características similares que desgracian nuestra vida laboral.
Equipos pequeños y ágiles son todo lo contrario. Por lo general se subscriben en "versión 2", donde sus trabajadores van en shorts a la oficina y juegan fútbol con una pelota de goma entre los cubículos de trabajo. No hay burocratismos molestos ni se usa "políticamente correcto" como la frase de moda. Son pequeños equipos con la mente abierta y deseosos de progresar a medida que cambia el entorno donde se mueven.
La suerte me llevó a una de estas últimas, que con el tiempo ha ido creciendo (cuando empecé tenía unos ocho empleados y ahora pasan de veinte) pero trata por todos los medios de mantener el ambiente de pequeña empresa. Lograrlo, obviamente, es tarea bien difícil, pero cuando se tiene deseos no hay límites para todo lo que se puede hacer, y deseos sobran en mi oficina.
Hace un mes atrás el Director de Desarrollo de mi empresa regresó de culminar su maestría (hi Dan!). Todos sabíamos que las cosas comenzarían a cambiar cuando el "jefe" estuviera en casa, y como buen pesimista en cuestiones relacionadas al trabajo, pensé que no serían precisamente para bien. Gracias a Dios estaba equivocado, y desde el día uno quedó bien claro que sí, las cosas iban a cambiar, pero todos los planes apuntaban a cumplir esos sueños del tipo "que bien si nosotros pudiéramos..." que hasta el momento eran cosa de películas donde todo sale como uno quiere.
Hay muchas ideas, que probablemente comparta con ustedes a medida que se vayan poniendo en práctica en la oficina, pero por el momento voy a comentarles de la primera que vamos a empezar a ejecutar a partir de la próxima semana. Copio textualmente del correo que recibimos todos los desarrolladores:
(...) Each week, we are going to set aside 3 hours from each of your schedules. Two of those hours each week will be for you to research some technology or concept that you think will be relevant and useful for us as a company. The third hour each week will be for a development team meeting at which the whole development team will be present. One of us each week will give a presentation related to the topic we have been researching (...)Wow. Tres horas dedicadas a investigar "lo mejor y lo último" en tecnología para compartirlo con todo el equipo. El correo continúa explicando sobre la agenda que debemos seguir durante esas sesiones y cómo se llevarán a cabo cada semana. Un plan bien elaborado que sin lugar a dudas dará muy buenos resultados. Respondí el correo inmediatamente con un outstanding "+1!!!!!". ¿Qué más podía decir? Love it!
Iniciativas como esta son las que convierten la monotonía en algo que nos da placer hacer. Hasta ayer me sentía muy bien en la empresa. Luego del correo, mis espectativas aumentaron considerablemente y de pronto me han dado ganas que el fin de semana termine cuanto antes para ver cómo se desenvuelve el asunto. Es una lástima que la misma voluntad no exista en todos los centros. Nuestra vida sería mucho mucho mejor.
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